miércoles, 16 de abril de 2008

Tremendo emo (Efemérides)

El martes 15 de abril se cumplieron setenta años del fallecimiento de un tremendo exponente de la poesía universal, nuestro querido y poco comprendido (anda lee Trilce pa' que veas) César Abraham Vallejo Mendoza. A manera de pequeño homenaje a tamaño genio publicamos un articulo de mi compadre el Chino Chang, aparecido en el número uno de la fenecida revista eL CHá (tu sexy revista cultural), en el que elucubra una aproximacion al por qué de semejante talento.

¿Cholo, qué haces con la otra mano?
Por chinochán

“Quién hace tanta bulla y ni deja
testar las islas que van quedando”


Cuando cualquier hijo de vecino mete diatribas contra Vallejo, al toque, la Academia de La Lengua se da golpes en el pecho, y una sarta de fans enamorados le prenden encendedores y corean al unísono: ay golpes en la vida, yo no sé.

Pobre cholo, murió pobre pero pajero, y a ahora todos le rompen cuetes y se ponen en plan Augusto Ferrando: Yo lo descubrí.
Cuando enantes nadies le daba china leca, y lo cutreaban de lo lindo. Bueno pes, la pregunta es: ¿En dónde radica su genialidad? Mi hipótesis es que era un tremendo pajero, no uno del montón, sino Él men. O sea, según las estadísticas, de un millón de hombres, nace uno como Vallejo.

“Yo nací un día en que dios estuvo enfermo”. Versos como este solo lo pueden conseguir personas que han batido el récord de Edgar Allan Poe, veinte pajas en un día. Si no ojéenlo un rato, ojo con la frente amplísima (no dicen por ahí que si te pajeas se te cae el pelo), el ceño salvajemente fruncido, el swing en la muñeca y esa mueca de estreñido cejijunto, como se si la estuviera corriendo con furia, dado que la mano izquierda está escondida en el bolsillo. Entonces, por qué nadies ha estudiado acerca del tema (incluyo también a las señoritas, Virgie Woolf, bien que se te salía la madonna ochentera), ya que hay una relación obvia entre calidad de la obra = cuántas pajas per day hay.

Obvio, los escritores no son muy seductores para las musas, son seres solitarios, tímidos y monses, que se esconden detrás de un escritorio. Ni cagando son como los rock stars, con el movimiento de pelvis en la cadera y cantando Satisfaction. Por eso, los primeros se conforman con la manopla, para poder alcanzar la inspiración. Vallejo alcanzó la perfección.
Chit! Ya sale…

miércoles, 9 de abril de 2008

Alberto Einstein y el tercio superior

Cuando uno debate sobre la globalización, la postura lacaniana sobre Freud, o la inmortalidad del mosquito, ante un feliz contraejemplo nunca falta alguien que dice (con aire triunfal, además): “Ah, pues. Esa es la excepción que confirma la regla”. Y, en esos casos, siempre me pregunté cómo es que un hecho o argumento que contradice una afirmación termina validando justamente el argumento que objeta.

Por ejemplo, hace poco, en una entrevista, el ministro de Educación, José Antonio Chang, tratando de demostrar que el tercio superior como principal requisito para el nombramiento de maestros es un método genial, dijo esto precisamente:

“Alguien por allí ha dicho que en el tercio superior no necesariamente están los mejores y citan a Bill Gates y a Albert Einstein. ¡Dios mío! Esas son las excepciones que confirman la regla. No hay forma racional de demostrar que los mejores están en los tercios inferiores. No podemos dar ventaja a la mediocridad”.

Según varias fuentes que he consultado, el error de la frase sería una mala traducción al español de la frase latina "exceptio probat regulam in casibus non exceptis". Copio de Wikipedia el artículo en cuestión, que ilustra bien el asunto:

La excepción confirma la regla es una frase que a menudo se utiliza de forma errónea en español. Su uso más común es refutar de forma poco seria los ejemplos que contradicen una afirmación excesivamente amplia ("Juan siempre llega tarde". "Eso no es cierto, ayer llegó a tiempo". "Claro, la excepción confirma la regla").
Existen dos significados atribuidos a la palabra "confirma" en esta frase:
"prueba" o "demuestra" (este es el significado con el que se utiliza habitualmente)
"verifica" o "pone a prueba"

La frase en latín de la que deriva es "exceptio probat regulam in casibus non exceptis", es decir, "la excepción confirma la regla en los casos no exceptuados". Se trata de un principio jurídico medieval, expresado en latín por ser la lengua culta de la época, cuyo significado es "si existe una excepción, debe existir una regla para la que se aplica dicha excepción". Se aprecia que el verbo "probat" tiene el significado de "demuestra la existencia" (y no "demuestra la corrección") de la regla mencionada.
Por ejemplo, una señal de tráfico con el texto "Prohibido aparcar los domingos" (la excepción) implica que se puede aparcar el resto de la semana (la regla).

Como veis, queridos niños, la mentada frase no debe ser utilizada así nomás, al garete. Lo que pretendió decirnos el ministro con la manida y mal utilizada frase es que, si aparece un genio (o dos o tres) en medio de una turba con notas mediocres, esto confirma que el resto sigue siendo mediocre (y por lo tanto incapaz para educar), cuando la intención que pretende el argumento es otra: que integrando esa masa de “inútiles” quizás haya gente cuya capacidad de trabajo e inventiva no se mide necesariamente con los patrones del primer puesto y la estrellita en la frente.

Ahora, la genialidad de dos o tres personas con bajo rendimiento académico tampoco significa que el grueso se salva. Si algún incauto pensó que este argumento convierte automáticamente a los mediocres en genios, pues anda tan equivocado como el ministro. Uno es mediocre hasta que demuestre lo contrario.

A propósito de La Boda del Año

¿A quién esperaban? ¿A Juan Diego Flores y la familia Von Trapp? ¿A Cipriani hablando en inglés? Pues, no. No nos referimos a la boda real celebrada en nuestra colonialísima catedral para los novios emblema del aculturado público limeño. Nuestro olfato por la siempre afortunada performance mediática perruviana nos lleva hasta el parque de las mascotas en Surco. En aquel enclave de ensueño se oficializó la unión eterna, ante Papalindo y el Estado Peruano, de Pulguita y Bombón, nada menos que la perrita de Susana Díaz, la ex congresista de la república, y el semental de Monique Pardo, la ex Rolling Stone. Este magno evento no solo nos lleva a reflexionar sobre los precedentes que esta unión legal sienta, sino a resaltar el nuevo estatus casi ciudadano del que ahora gozan los engreídos de la casa. Cada vez se publicitan más historias sobre mascotas que dejan de ser simples animales de compañía para convertirse en probos miembros de la familia y la sociedad. Debe ser que nuestra conciencia civil finalmente se está peluchizando hacia la inclusión total. Por supuesto, algunos aguafiestas culparán al neoliberalismo, a la alienación y a otros cucos de esta maravilla peluda, pero no podrán negar que es encantadora la imagen de un cura bendiciendo a los sumisos perritos listos para hacer realidad sus húmedos sueños pequeño-burgueses. El Perú avanza… hacia la domesticación. Levante la patita el que se oponga a esta unión.